domingo, 24 de noviembre de 2013

De un Monasterio budista a la matanza de la cabra

Siempre he sido una persona curiosa, me encanta descubrir cosas nuevas, conocer, empaparme y satisfacer mis eternas inquietudes...

El budismo siempre me ha atraido desde el punto de vista filosófico y cuando tuve la oportunidad de hacer un curso intensivo en un monasterio budista en el valle de kathmandu, no me lo pense dos veces! .

Durante tres dias de repente me vi envuelta en el dia a dia de un monje... Te levantas a las 5 para asistir en el templo principal a la puja (que consiste en la lectura de mantras acompañado de varios instrumentos), luego, una hora de meditacion bajo la supervision de un lama y la mirada omnipresente de un buda cuya presencia imponia a toda la sala. Después de un desayuno (el te tibetano es salado) tenía mi clase de introducción a la filosofía budista: creo que nunca tantas ideas acudieron a mi mente que por supuesto intentaba dar salida en la "tutoria" de la tarde donde otro lama majisimo intentaba responder a todas las preguntas.

Después de la comida (que rica la tupka una especie de sopa con noodles) más meditacion y otra clase de filosofía. Uno de los días dimos un paseo hasta la cima de la montaña donde por primera vez vi los himalayas! Imaginaos el paseo con el lama y su perro hablando de las verdades de Buddha!

En el monasterio vivia Jo una chica australiana que decidió quedarse en Nepal y estudiar tibetano. Durante mi estancia allí hizo las veces de coordinadora del curso y no tuvo a una alumna tan atenta como yo!!

Nada más acabar me fui directa a casa de mi familia que me había invitado a pasar el festival del Dossain con ellos. La tradición es que durante las dos semanas que dura la fiesta se sacrifiquen cabras y búfalos (vacas no, desde luego), y, basicamente se pasen el dia comiendo reunidos en familia Además, el primer dia, se cultiva una planta en un cuarto de la casa a la que sólo tiene acceso el hombre más anciano, el último dia se reune la familia y te ponen la tika en la frente y un poco de la planta (que se llama yamara). Para la ocasión, mis padres me regalaron un kurta y un pantalon hecho por ellos y....ahi estaba yo en la casa con toda la familia (hermanos y tios incluidos) como una más. Normalmente, la tika se va dando del más mayor al más pequeño y siempre acompañado de unas palabras de bendición (en nepali, claro). Mi padre hizo una excepción y me las dijo en ingles: me deseo suerte en mi vida futura, que fuese muy feliz, que se alegraba de que estuviese con ellos y de traer mi sonrisa a su casa, que era una hija más y que su casa siempre seria mi casa.....imaginaos el momento!!!!

Pero todo tiene un punto tragicómico: el dia que pille el bus para volver a la comunidad iba repleto: personas, gallinas, cabras, patos...., una de las cabras puso literalmente su cabeza en mi hombro y estuvo todo el viaje deleitandome con sus balidos....creo que sabía lo que la esperaba...me sentí como en la pelicula del "silencio de los corderos": Clarise porque balaban los corderos??....

Creo que después de estar comiendo cabra tres dias con la imagen del susodicho animal en mi mente mirándome con pena: Mariaaaaa porqueeeeee ha podido con mi espiritu relajado al encuentro de las verdades de Budha que culminan en proveer de amor y compasión a todas las personas y a una misma....y la cabra??

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